jueves, 17 de abril de 2014

EFECTO PIGMALIÓN

Es un proceso en cual las ideas, creencias y expectativas que tienen unas personas sobre nosotros  acaban influyendo tanto en nuestra conducta que, al final,  tendemos a realizarlas.


Este efecto es muy común, de hecho, no es descabellado afirmar que en nuestra vida cotidiana suceden actos porque, consciente o inconscientemente, estamos respondiendo a lo que las personas que nos rodean esperan de nosotros, tanto en confirmó conductas buenas como malas. Por ello en psicología este efecto fue estudiado por numerosos investigadores. Uno de los más conocidos fue el que llevaron a cabo en 1968 Rosenthal  y Jacobson , bajo el título Pigmalión en el aula.

El estudio consistía en comunicar a los profesores de primaria que a sus alumnos se les había administrado un test  que evaluaba sus capacidades individuales, después se les dijo a los maestro cuales obtuvieron los mejores resultados, advirtiéndoles a ellos que esos alumnos tendrían el mejor rendimiento  de clase; Así fue, ocho meses después se confirmó que el rendimiento de esos muchachos fue mucho mayor que el del resto. Lo interesante de este estudio es que en realidad nunca se pasó ese cuestionario, y los alumnos fueron elegidos al azar sin tener en cuenta sus capacidades. Por tanto a partir de las observaciones del estudio  se constató que los maestros se crearon tan alta expectativa sobre esos alumnos que actuaron a favor de su cumplimiento. Cabe destacar que muchos otros estudios  llevados en los últimos años confirman este efecto.

También se ha demostrado científicamente que  cuando ocurre el efecto Pigmalión de forma positiva nuestro sistema límbico acelera la velocidad de nuestro pensamiento, incrementa nuestra lucidez y nuestra energía, y como consecuencia, nuestra atención, eficacia y eficiencia. Este efecto es muy común, de hecho, no es descabellado afirmar que en nuestra vida cotidiana suceden actos porque, consciente o inconscientemente, estamos respondiendo a lo que las personas que nos rodean esperan de nosotros, tanto en conductas buenas como malas.

Por tanto es importante que las personas confíen en otras, ya que la confianza que los demás tengan sobre nosotros puede servir de trampolín para alcanzar objetivos difíciles. Las profecías tienden a realizarse cuando existe un fuerte deseo que las impulsa.

Espero que saber esto os sirva para contagiar  confianza a vuestra gente, animarles y elogiarles y no caer, en algo tan común, como dudar, criticar  o  poner malas etiquetas a vuestros  hijos, alumnos, familiares, amigos etc.