La mentira es algo que
se da en multitud de ocasiones en la vida, por tanto saber detectarlas puede
ser útil en casi todos los asuntos humanos, por lo que en esta entrada voy a
daros pistas para que podáis descubrir alguna de ellas no sólo por contrastar e
investigar la información dicha verbalmente, sino también para que podáis descubrirlas
a través de su comunicación no verbal.
Entre los
principales indicadores del engaño está
el comportamiento no verbal, es decir, aquel comportamiento que no se apoya de palabras
sino de posturas, miradas, gestos. El mentiroso piensa muy bien lo que
dice y se fija menos en su comunicación no verbal que transmite
con su cuerpo, ya que es más difícil controlar la emoción, la postura, la
mirada y gestos que controlar las palabras.
Hay que fijarse
si lo que manifiesta con palabras va en concordancia con lo que manifiesta en
su conducta verbal y, en caso de que ambas no sean acordes, hay que dar más
valor a la conducta no verbal.
Los principales
indicadores no verbales del engaño son
los siguientes:
- Expresiones y
microexpresiones faciales: las expresiones emocionales auténticas no duran
muchos segundos; sin embargo, cuando son de larga duración (5 o 10 segundos)
tienden a ser falsas. La mayoría de las expresiones faciales se pueden
modificar o controlar, pero las
microexpresiones que se intercalan entre
las expresiones de forma rápida no se pueden controlar, por tanto hay que estar
atento para detectarlas. Ejemplos de microexpresiones puede ser cambios bruscos
de voz, sacudidas o caídas bruscas de la cabeza
o una breve expresión facial negativa.
-Sonrisa: La
sonrisa es una forma muy utilizada para disimular una emoción o una mentira. Los músculos que
gobiernan la sonrisa son voluntarios y
fácilmente controlables siendo fácil estirar la comisura de los labios hacia
los lados y hacia arriba. Por su parte la sonrisa verdadera va acompañada de la
contracción de los ojos, que eleva el párpado inferior cubriendo parcialmente
los ojos; este movimiento es el que es involuntario y muestra si es verdadera
la sonrisa.
- Voz: En
situaciones de emoción intensa, como ansiedad y estrés la voz se vuelve más
aguda elevando el tono, teniendo la persona más dificultad para modular y
entonar. Por tanto se debe prestar atención a los cambios de inflexión en la
voz ante preguntas clave. Sin embargo la ausencia de cambios de voz no es signo
de veracidad, por lo tanto la voz es un factor para detectar el engaño pero por
sí sola no lo excluye.
- Ritmo del
habla: El ritmo habla posee un patrón consistente y casi rítmico. Cuando un
individuo se pone nervioso, como casi siempre que miente, el patrón se vuelve
más lento, inconsistente y quebrado, además aumenta el tiempo que tarda en
iniciar la respuesta a una pregunta. No obstante si se han preparado bien las
respuestas a preguntas relevantes el
ritmo se acelera cuando se contesta a ellas, por tanto lo importante es fijarse
en la constancia y rapidez del habla que no sea ni lenta ni muy rápida.
- Gestos y
ademanes: Las personas solemos utilizar gestos en la conversación con las manos
para ilustrar. La persona que miente no se siente cómoda al reforzar con gestos
sus respuestas verbales ni le sale hacerlo espontáneamente. Estas tienden a ser
artificiosas o huecas porque no van debidamente acompañadas de gestos, además
emplean menos gestos demostrativos y de una manera lenta y cautelosa. Los
mentirosos menos movimientos como inclinar la cabeza y levantar ligeramente las
cejas, su rigidez y distanciamiento del
mensaje son notables.
-Mirada y
contacto ocular: Desviar la mirada es un signo de estrés ante preguntas claves o comprometedoras, que puede indicar que la persona está mintiendo. Se
consideran significativos los cambios bruscos de dirección de la mirada ante
las preguntas clave y la mirada huidiza. Cuando aumenta la emoción, según se
van planteando preguntas clave, el mentiroso cambiará su patrón de contacto. Lo
normal es mirar al interrogador mientras éste pregunta o durante las primeras palabras de la
respuesta, pero el mentiroso mirara a otro lado justo antes de responder. También
hay que tener en cuenta que hay personas más entrenadas en la mentira que miran
a los ojos de la persona que quieren engañar en plan analítico para descubrir
qué sabe o que piensa esa persona.
-Postura: La
postura sincera es abierta, inclinada hacia delante y alineada con el entrevistador,
cambiando de postura de vez en cuando. La persona mentirosa tiende a apartar su
cuerpo del entrevistador, alinearse de forma oblicua, no de frente y muchas
veces adopta una postura rígida y defensiva, cruzando piernas y brazos más
frecuentemente o se acompaña de gestos como taparse la boca o la cara.
Con el fin de saber,
en buena medida, si miente una persona hay que observar el conjunto de estos indicios
no verbales en la persona y para ser más
precisos hay que hacerle a la persona preguntas
fáciles, triviales y no comprometedoras y observar su reacción y, después, preguntas difíciles y comprometedoras y ver
su reacción, de esta manera es más fácil saber el estilo comunicativo de la
persona y saber mejor cuando miente y
oculta algo.
Recordar que esto
no es algo que se pueda aplicar con precisión instantáneamente, es muy
importante tener práctica, experiencia y
costumbre en observar, por lo tanto es importante armarte de paciencia y
empezar a observar poco a poco hasta ir cogiendo habilidad. Os ánimo a qué practiquéis,
“la práctica hace maestros”.